(del latin : "yacer pesadamente sobre")
por OPI SANTA CRUZ
La noticia aparecida en La Nación sobre el supuesto disgusto de Luis D`Elía que se habría negado a asistir a un acto de Cristina y que actualmente se encontraría seriamente enojado con el kirchnerismo “cansado de sus malos tratos”, es un dato que suena al menos extraño, teniendo en cuenta que quien lo promueve le debe a Néstor Kirchner su propia esencia, además de los millones de pesos que maneja anualmente.
Sin embargo la cosa no termina allí, porque la nota expresa que D`Elía no descarta, en caso de ruptura con el kirchnerismo, pasarse a las filas de Felipe Solá, con quien dice tener amistad, otro kirchnerista arrepentido que está reconstruyendo su espacio político propio alejado de los caprichos de Néstor.
Ahora bien, teniendo en cuenta que D`Elía representa lo más abnegado de la contrapolítica y que enciende permanentes antipatías donde aparece, es raro pensar que Solá quiera suicidarse ante su electorado apañando a este sujeto; con lo cual resta pensar que las declaraciones del ex piquetero pueden responder a una estrategia del ex presidente que no ha encontrado mejor forma de contribuir con el deterioro temprano de la imagen de Felipe, plantando dentro de su estructura un incubus piantavotos como el titular de Federación de Tierra y Viviendas que representa lo más desgastado y repudiable de la vieja política.
