martes, 24 de febrero de 2009
El testimonio de los productores del agro sobre cosecha, créditos y crisis.
“Los pequeños vamos a desaparecer”
MARIO VEGA, RAMALLO, Buenos Aires
No me sorprende la decisión de Alfredo (por De Angeli), la mayoría de los pequeños productores y arrendatarios de campos está endeudada con las cooperativas o con los bancos. Los productores de la zona norte de la provincia de Buenos Aires, sobre el río Paraná, venimos con una situación de endeudamiento paulatino, que depende para poder seguir subsistiendo de los buenos rindes. La campaña 2007/08 de soja fue muy mala y cosecha fina –trigo– no hubo. El maíz se perdió y por ahí la soja tendrá algunos rindes pero no los que se necesitan. En este momento –por más que ha llovido en estas semanas– no vamos a tener los números que hoy cierran el negocio. Después de esta campaña va a seguir aumentando el grado de endeudamiento y hay un gran número de productores que podemos llegar a quedar en el camino. No quiero ni pensarlo. El productor chico, como es mi caso, vendió el cereal y está en una lucha a futuro por sobrevivir. El grueso del financiamiento en esta zona lo dan las cooperativas y los cerealistas (N. del R.: firmas de acopios de granos). Hay una parte de las deudas que están en los bancos que fueron contraídas por tarjetas rurales o bien por créditos que fueron utilizados para la compra de maquinarias y se tornan impagables. Yo tengo otra actividad paralela que me subsidia la parte agrícola. Las cosas se complican cada día más. Muchos van a tener que vender sus campos o alguna parte para poder cumplir con los compromisos. De los 280 productores que tiene Ramallo te diría que un 20 por ciento está muy comprometido. Cuando tengamos los números sobre la mesa habrá que replantearse si seguir o no seguir. En el caso de las cooperativas pueden terminar por ser arrastradas por el propio nivel de deuda. Creo que con otro año como éste los únicos que van a quedar son los grandes propietarios de campos. Los pequeños productores y los arrendatarios vamos a desaparecer
"Vamos a impedir que nos rematen
”VÍCTOR HUGO STEEMAN, Villa Ocampo, Santa Fe
En el año 90 mi padre tomó un crédito de 8.500 dólares en el Banco Nación para tecnificar las herramientas. Compramos un arado cincel y un arado múltiple. Nosotros producimos, más que nada, caña de azúcar y algodón. Pagamos el crédito hasta el 96, que fue un muy mal año. Ahora la deuda es de unos 120 mil pesos y está por salir la orden de remate. Pero nosotros no vamos a dejar que nos rematen. Nosotros queremos pagar la deuda con producción. No queremos usura. Pero no podemos pagar esa deuda, que considero totalmente injusta. Es una verdadera estafa. Necesitamos la ayuda del gobierno nacional. De nuestro campo viven tres familias y otras cinco o seis que son las de los empleados temporarios que se toman para los cultivos. El problema es que los precios internacionales bajaron mucho y subieron mucho los fertilizantes. El del azúcar es uno de los pocos precios que casi no se modificó en los últimos años, en los que todos subieron. El 2002 fue el último año muy bueno. Y ahora, en mayo, empiezan los vencimientos del crédito que tomé para sembrar girasol. Algún día la gente se va a cansar. Muchos se vieron forzados a regalar los campos y a otros se los remataron. Pero hay que cambiar el destino.
“Me están cagando la vida por 17 mil pesos”
MIGUEL ÁNGEL BOTTO, Cerrito, Entre Ríos
Saqué un crédito de 45 mil pesos para la siembra de trigo en el Nuevo Banco de Entre Ríos, de Hasenkamp. Arriendo unas 130 hectáreas en Cerrito, cerca de Paraná. Y me fue mal: de hecho tengo el certificado de emergencia. Igual, de esos 45 mil pesos ya pagué la mitad. También soy contratista rural y presto servicios de disco, trilla y siembra.El jueves pasado hablé con el gerente del banco Bersa y le dije que tenía inconvenientes para pagarle el próximo vencimiento del crédito porque la empresa a la que le brindo servicios me había postergado el pago. Por eso le expliqué que iba a poder pagar en 30 o 60 días la próxima cuota y acordamos que sería de esa manera. Pero después deposité en la cuenta corriente cinco mil pesos para pagar un cheque que había librado para comprar gasoil y el Banco me los tomó para pagar la deuda que tenía contraída. Y ahora tengo cinco mil pesos en descubierto. En el banco me engañaron. Me están haciendo un acto de usura. Me están cagando la vida por 17 mil pesos y eso que yo trabajo con ellos hace 10 años. Por eso fui uno de los primeros en entrar a la toma de la sucursal.“No sé cómo pagar las cuotas”JUAN JOSÉ BATALLA, San Pedro, Buenos AiresEn abril del año pasado saqué un crédito en el Standard Bank, a pagar en cuatro años, con un interés del 19,6% anual, para comprar una nueva máquina para mi trabajo como fumigador y aplicador de abonos. Di mi máquina en parte de pago y saldé casi la mitad de los 350 mil pesos que me costó. A partir de la crisis, el trabajo me bajó mucho. Y con la sequía, peor aún. Ya me empiezan a pedir fiado. Encima, el abono es algo prescindible en contextos de crisis. A los productores les baja un poco el rinde, pero es una forma de achicar costos. En total, el trabajo disminuyó un 35 por ciento. La cuota de enero de la máquina la pude pagar ahí, justito. En unos meses me vence otra y no sé cómo haré. Mi intención es pagar, pero lo veo muy difícil. Si pago, no me queda para reparaciones ni margen de ganancia para mí. Soy técnico agropecuario y es lo único que sé hacer.Estoy muy preocupado, espero que en el banco me escuchen. Si no, tendré que hacer lo mismo que De Angeli.
De Angeli copó un banco para exigir la refinanciación de deudas del agro
"La banca privada no se enteró que estamos en emergencia", dijo el entrerriano y explicó que la toma de BERSA fue decidida tras la negativa a rever el interés de los créditos.
Desde el banco labraron un acta por "usurpación".
Martes 24 de FEBRERO