YO QUIERO VIVIR EN EL PAIS DE CRISTINA
( IM PER DI BLE )
Hoy a las 17:46
Hoy a las 17:46
Yo quiero vivir en el país de Cristina
por Diputado Nacional Fernando Iglesias
Yo quiero vivir en el país de Cristina, en el cual las empresas que cotizan en bolsa alcanzaron los dividendos más importantes de los últimos veinte años y las utilidades de los bancos fueron las más importantes de los últimos quince...Debe ser un país maravilloso, con una gran redistribución de la riqueza, sin pobres ni indigentes después de seis años de crecimiento consecutivo y exponencial. Y aún más maravilloso es que en él la crisis no exista, gracias a la astucia de quienes han descubierto el milagro de la multiplicación de la soja y de los peces y siguen aplicando incansablemente su plan A, mientras que la gilada que vive en lo que se denominaba el Primer Mundo ya va por el plan Zeta. Yo quiero vivir en el país de Cristina, verdadera roca firme en medio del embravecido mar de la crisis global, en el cual las matemáticas nacionales se diferencian de las grises cuentas de los tecnócratas gracias a la magia del profesor Moreno, y la inseguridad y la corrupción sólo existen en los dicursos apocalípticos de los opositores por vocación, Yo quiero vivir en el país de Cristina, un país industrial en el que las fábricas de avanzada se instalan por doquier en tanto se marchitan los casinos y se oxidan las máquinas tragamonedas, se agostan los hoteles cinco estrellas y se cierran las consultoras financieras y las agencias inmobiliarias encargadas de comprar terrenos ficales por dos pesos para venderlos después en dólares a alguna gran empresa multinacional.Yo quiero vivir en el país de Cristina, donde no hay egoísmos en el equipo oficialista y sólo los traidores lo abandonan, en tanto la Presidenta gobierna con la colaboración amorosa del Presidente, en un verdadero alarde de solidaridad matrimonial. Yo quiero vivir en el país de Cristina, donde las provincias opositoras están alegres con lo que les dan, aunque antes les hayan sacado diez veces más y aunque lo que les dan les llegue de la mano del ministerio de las planificaciones, cuyo presupuesto se duplica cada año para impulsar un país floreciente en autopistas, ferrocarriles urbanos y suburbanos, trenes bala y trenes bola… y puentes y puertos y hospitales y escuelas renovados, en un verdadera lujuria de eficiencia y modernidad. Yo quiero vivir en el país de Cristina en el cual los jubilados generosos prefieren que se les aumente el 15% un año y el 11% el siguiente, en lugar del 25% y el 12% como complotaba la malvada oposición; un país en el que los ancianos destinan generosamente los ahorros de su vida a financiar planes de compra de autos cero kilómetro para sus hijos y nietos, en una excepcional demostración de gentileza intergeneracional. Yo quiero vivir en el país de Cristina, en donde todo funciona maravillosamente a menos que el mundo se decida a importunar, donde las estructuras mentales muy consolidadas son siempre las ajenas y el discurso único es siempre el de los otros; donde las exportaciones se cuentan según precio y no según volúmen, sin que importen nimiedades como la devaluación o la inflación. Yo quiero vivir en el país de Cristina donde la culpa la tiene el denunciante y no el denunciado, donde el único problema es lo que dicen los diarios y el Gobierno puede demostrar su talante progresista anunciando, por quinta vez y en un año electoral, la nueva ley de radiodifusión. Más o menos como con el plan de las 1.000 escuelas y las reformas política, fiscal y electoral. Yo quiero vivir en el país de Cristina, un país donde tenemos que atrevernos a formular, como siempre hicimos, un pensamiento alternativo frente a un mundo de incertidumbre, de dudas; un mundo que no sabe a dónde va. Un país en el cual tenemos algo que aportar a un planeta en crisis, sin arrogancia pero con la convicción de que hemos podido hacer aquí algo diferente; algo distinto de lo que hicieron otros países que eligieron otros modelos, y así les va.Yo quiero vivir en el país de Cristina y aún más querré vivir en él después de que Cristina vaya a la reunión del G20 a recibir, sinceramente y sin arrogancia, con mucha humildad, los halagos que se merece por haberlo acertado todo, y sin desmayo y sin descanso logre luego la hazaña inédita de abolir los paraísos fiscales donde se lava el dinero de la droga, después de lo cual gozaremos del monopolio mundial. Yo quiero vivir en el país de Cristina porque en él hasta los necios que nos oponemos por oponernos, los que seguimos maltratando el sistema democrático en su conjunto, los que representamos intereses inconfesables, los que no mejoramos nuestro comportamiento a pesar de los consejos presidenciales, y los avaros y angurrientos, somos invitados por la Presidenta a dialogar sin agravios ni descalificaciones. Yo quiero vivir en el país de Cristina, el país del cambio dentro del cambio, el único país en el que se puede llegar a Alemania agarrando para el lado de Venezuela, el país en serio de la nueva política y la redistribución de la riqueza y la calidad institucional. Y también me gustaría que Cristina se bajara del helicóptero y los aviones y visitara este país, el mío, porque los que vivimos en él ya no podemos más de tanta soberbia e irresponsabilidad.



