QUIEN SE ROBO EL ORO
DE SANTA CRUZ ??????
Casi todas las historias del mar son dignas de películas, pero cuando la política y la corrupción se entremezclan con aguas saladas suelen quedar hundidas en el fondo (con o sin tesoros) junto a misteriosos secretos.
Eso sucede desde enero de este año con un barco que ‘partió’ lleno de oro de Santa Cruz, y eso ocurrió hace casi 35 años en épocas del teniente general Juan Domingo Perón.
(Urgente24).- La historia ya la contamos. Mejor dicho, el relato básico está planteado:“Un pesquero chileno Polar Mist transportaba cerca de 7 toneladas de oro plata, extraídas de una mina santacruceña, y fue sorprendido por una brutal tormenta en el estrecho de Magallanes y se hundió con su preciada carga, valuada en varias decenas de millones de dólares. Ocurrió a mediados de enero pasado. El día de la tragedia, la tripulación, que debió tirarse al agua con trajes antiexposición ‘para poder flotar y evitar la hipotermia por algunos minutos’, fue rescatada sana y salva por un helicóptero de la Armada Argentina y el buque fue abandonado con los motores encendidos para que agotara el combustible (para “evitar” la contaminación). Horas después, cuando un barco chileno -denominado Beagle- intentaba remolcarlo sin autorización argentina y trasladarlo por el estrecho de Magallanes en dirección a Chile, las autoridades navales le dieron la orden de remolcarlo hasta Río Gallegos. Y, misteriosamente, esa misma noche, cerca de las 23, el Beagle anunció a las autoridades argentinas que mientras lo remolcaba a la costa argentina el Polar Mist empezó a escorar y se hundió en el Mar Argentino”.
Esto es lo sucedió según da cuenta la mayoría, la misma que no puede responder a todas las dudas y suspicacias que el mismo despierta. Quizás porque parece sacada de cuentos de piratas y ladrones de tesoros, pero lo cierto es que ninguna pieza encaja hasta ahora.
Las preguntas son millones:
- ¿Por qué el oro era transportado en un pesquero?
- ¿Está el barco en el fondo de mar? ¿Y su preciada carga? ¿Llevaba carga? ¿Llevaba oro?
- ¿Era Punta Arenas el destino de final?
- ¿Qué saben los tripulantes? ¿Por qué no hablaron en un principio y ahora se contradicen?
- ¿A quién pertenecía el barco chileno que intentaba remolcarlo? ¿Eran de la aseguradora? ¿Se cobró algún seguro?
- ¿Cuáles fueron las razones del remolque? ¿Y cuáles las del hundimiento?
- etc., etc., etc., …
Las preguntas son infinitas. Algunas podrán contestarse, otras quedarán bajo las profundidades del mar. Algo similar a lo ocurrido en julio de 1974, poco días después de la muerte de Juan Domingo Perón, durante el primer intento de exploración petrolera offshore de YPF que culminó en una gran frustración, salpicada de graves acusaciones de corrupción.
Ese año, YPF publicó las bases de una licitación internacional para adquirir una plataforma de exploración petrolera. El objetivo era explorar en aguas de poca profundidad en la bahía de San Sebastián, en el sur patagónico.
La compra, por cerca de US$7 millones, fue adjudicada a una firma estadounidense. Pero la plataforma, bautizada ‘Liberación’ por las autoridades de YPF, nunca llegó a aguas argentinas.
En noviembre de 1974, mientras era remolcada al país, se hundió en las aguas del mar de las Antillas.
El episodio quedó asociado a uno de los hechos de corrupción más resonantes de la petrolera estatal. Según las versiones, nunca confirmadas y plasmadas en un libro titulado ‘Liberación Hundida’, la conducción de la estatal fue sobornada para realizar una licitación “a medida” de un grupo de empresarios estadounidenses.
Luego de la adjudicación, los funcionarios de YPF iniciaron los trámites para el traslado desde USA, pero descubrieron que la plataforma adquirida, anclada en el puerto de Galveston, era poco más que chatarra, y que su llegada al país desataría un gran escándalo.
Frente a la alternativa de anular la licitación y quedarse sin su parte en el negocio, recurrieron a una solución extrema: simular un accidente y hundir la plataforma antes de que llegara a los puertos argentinos.(U-24/OPI Santa Cruz)
(Urgente24).- La historia ya la contamos. Mejor dicho, el relato básico está planteado:“Un pesquero chileno Polar Mist transportaba cerca de 7 toneladas de oro plata, extraídas de una mina santacruceña, y fue sorprendido por una brutal tormenta en el estrecho de Magallanes y se hundió con su preciada carga, valuada en varias decenas de millones de dólares. Ocurrió a mediados de enero pasado. El día de la tragedia, la tripulación, que debió tirarse al agua con trajes antiexposición ‘para poder flotar y evitar la hipotermia por algunos minutos’, fue rescatada sana y salva por un helicóptero de la Armada Argentina y el buque fue abandonado con los motores encendidos para que agotara el combustible (para “evitar” la contaminación). Horas después, cuando un barco chileno -denominado Beagle- intentaba remolcarlo sin autorización argentina y trasladarlo por el estrecho de Magallanes en dirección a Chile, las autoridades navales le dieron la orden de remolcarlo hasta Río Gallegos. Y, misteriosamente, esa misma noche, cerca de las 23, el Beagle anunció a las autoridades argentinas que mientras lo remolcaba a la costa argentina el Polar Mist empezó a escorar y se hundió en el Mar Argentino”.
Esto es lo sucedió según da cuenta la mayoría, la misma que no puede responder a todas las dudas y suspicacias que el mismo despierta. Quizás porque parece sacada de cuentos de piratas y ladrones de tesoros, pero lo cierto es que ninguna pieza encaja hasta ahora.
Las preguntas son millones:
- ¿Por qué el oro era transportado en un pesquero?
- ¿Está el barco en el fondo de mar? ¿Y su preciada carga? ¿Llevaba carga? ¿Llevaba oro?
- ¿Era Punta Arenas el destino de final?
- ¿Qué saben los tripulantes? ¿Por qué no hablaron en un principio y ahora se contradicen?
- ¿A quién pertenecía el barco chileno que intentaba remolcarlo? ¿Eran de la aseguradora? ¿Se cobró algún seguro?
- ¿Cuáles fueron las razones del remolque? ¿Y cuáles las del hundimiento?
- etc., etc., etc., …
Las preguntas son infinitas. Algunas podrán contestarse, otras quedarán bajo las profundidades del mar. Algo similar a lo ocurrido en julio de 1974, poco días después de la muerte de Juan Domingo Perón, durante el primer intento de exploración petrolera offshore de YPF que culminó en una gran frustración, salpicada de graves acusaciones de corrupción.
Ese año, YPF publicó las bases de una licitación internacional para adquirir una plataforma de exploración petrolera. El objetivo era explorar en aguas de poca profundidad en la bahía de San Sebastián, en el sur patagónico.
La compra, por cerca de US$7 millones, fue adjudicada a una firma estadounidense. Pero la plataforma, bautizada ‘Liberación’ por las autoridades de YPF, nunca llegó a aguas argentinas.
En noviembre de 1974, mientras era remolcada al país, se hundió en las aguas del mar de las Antillas.
El episodio quedó asociado a uno de los hechos de corrupción más resonantes de la petrolera estatal. Según las versiones, nunca confirmadas y plasmadas en un libro titulado ‘Liberación Hundida’, la conducción de la estatal fue sobornada para realizar una licitación “a medida” de un grupo de empresarios estadounidenses.
Luego de la adjudicación, los funcionarios de YPF iniciaron los trámites para el traslado desde USA, pero descubrieron que la plataforma adquirida, anclada en el puerto de Galveston, era poco más que chatarra, y que su llegada al país desataría un gran escándalo.
Frente a la alternativa de anular la licitación y quedarse sin su parte en el negocio, recurrieron a una solución extrema: simular un accidente y hundir la plataforma antes de que llegara a los puertos argentinos.(U-24/OPI Santa Cruz)



