Más allá del discurso de Cristina...
Hoy a las 13:28
la recesión ha comenzado y el 2009 está perdidoLa recesión ha comenzado y la gran cuestión ahora es si será breve o extensa, solamente recesión o se irá a una depresión, si será con deflación o estanflación.
El año 2009 acaba de comenzar y ya está perdido.
Hay que trabajar pensando en el año 2010.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24). 3 conclusiones importantes al comenzar el último mes del 1er. trimestre de 2009:
> El año, desde un punto de vista económico-financiero, se encuentra perdido para la sociedad argentina (y eso que faltan aún 10 meses, porque marzo recién está comenzando).
Mucho tendrá que trabajar durante 2009 para no perder también el 2010.
> El Gobierno ya ni siquiera niega que haya comenzado la recesión. Pero es ridícula su obsesión con asegurarse dinero de los contribuyentes para financiar su ambición electoral. La sociedad comienzar a debatir (y preocuparse por) la profundidad y extensión de la recesión.
> Comentario de un ex integrante del Frente para la Victoria: "Los Kirchner van en caída política, y es inevitable por su propia decisión. Pero nadie se apurará a despedirlos hasta llegar al fondo de la depresión, con la esperanza de que se marchen solos".
Esto quiere decir que hay mucho ajetreo político por delante, más allá del año electoral. Ahora, 3 comentarios que explican la situación de la economía:
Claudio Chiaruttini en su editorial de Sin Saco y Sin Corbata, por AM América: "(...) Hay que ser claro: en la Quinta de Olivos consideran que es mejor desatar la guerra contra el campo ahora, con la esperanza de desgastar profundamente a la oposición y al campo antes, generando un gran deterioro de imagen en la opinión pública y su consiguiente pérdida de votos. Este razonamiento tiene un problema: parte del preconcepto de que el gobierno tiene mayores posibilidades de recuperar imagen y votos que la oposición y el campo. Un gravísimo error que sobreestima la fortaleza de este kirchnerismo menguante y subestima al electorado y la oposición. El gobierno parece que no se dio cuenta que, antes de la reunión del martes con la Mesa de Enlace, tanto la Asociación de Empresarios de la Argentina, la Unión Industrial Argentina y la Asociación de Bancos de la Argentina lanzaron comunicados de prensa reclamando mayor flexibilidad del gobierno a la hora de negociar. El dato pasó inadvertido en los medios, pero confirma que las centrales patronales industriales y financieras, que fueron prescindentes en la primera batalla contra el campo, no quieren que, en medio de una crisis internacional, se vuelva a reeditar un choque que paralicé aún más el país. Por eso, los rumores de intervención en el mercado de granos fueron criticados, en reserva, por directivos de AEA, la UIA y Adeba. Que la Presidente de la Nación sostenga que el campo es el único que se da el lujo de no vender la producción confirma que la Casa Rosada sigue sin entender el comercio de granos. Por eso, el informe de Economía & Regiones explicando que sólo el sector sojero tuvo ganancias en 2008 debería ser repartido en forma masivo entre los funcionarios para que no sigan equivocando sus análisis. Olvidar que la acción oficial le causó al sector agropecuario pérdidas por US$6.000 millones en 2008 es no entender que una intervención estatal del mercado de granos aumentará las pérdidas entre los productores, bajará la producción, destrozará las exportaciones, pondrá en rojo a la balanza comercial y en emergencia a las economía regionales. ¿Así se quieren ganar las elecciones de octubre de este año y del 2011? Con las exportaciones teniendo su peor caída en dos décadas, con el superávit fiscal cayendo por 4to. mes consecutivo, con mermas en la producción industrial por 1ra. vez en 6 años y en la construcción por 5ta. vez en un año, no extraña que la Quinta de Olivos radicalice sus acciones, se desespere por la falta de dinero y sobrereaccion, con decisiones que tienen más costos que beneficios. Así, por ejemplo: > Hubo que ampliar el plan de incentivo para la compra de autos por que el original, lanzado hace dos meses, fue improvisado, imposible de cumplir y sólo logró la venta de 15.000 unidades (85.000 menos de las esperadas). > Aunque se sostenga que el blanqueo de capitales tuvo aprobación del GAFI, tiene ocultos altos costos que no incentivan a presentarse a la AFIP. > Las reiteradas manipulaciones del Indec llevaron a FIEL, Prefinex y Delphos Investment a dejar de aportar proyecciones económicas y fiscales al REM del Banco Central, confirmando que se ha convertido en un ranking para ver quién sabe manipular las cifras reales como lo hace el gobierno. > La exagerada reacción por un informe de rutina de la CIA causó que el idilio que se traba de mostrar entre la Casa Rosada y Barac Obama fue un simple sueño impostado y levantó nuevas murallas de desconfianza entre los dos países. Casi como si todavía gobernara George W. Bush. > Néstor Kirchner sube a la tribuna y dice “minga le vamos a pedir plata al FMI” y el Fondo Monetario Internacional anuncia que se habló por un préstamo con el gobierno argentino y que volverán los monitoreos externos. > Como la gente no pide préstamos en los bancos, el gobierno amenaza con multas a las entidades que tengan fondos de la Anses y no los presten. > Los escandalosos contratos firmados por el gobierno en los últimos años comienzan a minar la credibilidad de los funcionarios kirchnerista. ¿Cuál es la solución? Intervenir la Auditoría General de la Nación, que controla el Congreso, para que no se conozcan las operaciones sospechadas. > Como la Unión Industrial Argentina se muestra menos, reclama una mayor devaluación y pide congelar los salarios, el gobierno castiga a Techint diciendo que no tiene antecendentes para administrar peajes. ¡¡Justo al Grupo Techint. Sus viejos aliados y la empresa que más contratos estatales ha tenido en los últimos 40 años en la Argentina!! > Si llegamos a tener problemas con el gobierno de Brasil por la importación de cubiertos Tramontina... (...)" Néstor Sciona en el diario La Nación: "(...) El Gobierno necesita caja y divisas en este año electoral; el escenario económico internacional y local es totalmente diferente del de los últimos años y, como le cuesta admitirlo públicamente, no deja de imaginar recetas extravagantes. Resucitar a la Junta Nacional de Granos bajo la sigla de la Oncca implicaría un fenomenal retroceso estructural y una enorme complicación instrumental. Sin embargo, no sería ninguna garantía de que agricultores se apuren a vender la soja retenida ni que el Gobierno mejore por única vez su alicaída recaudación por retenciones, a menos que también se imaginen impensables confiscaciones tranqueras adentro. Ni siquiera hay coincidencias en cuanto al volumen y el valor de la liquidación de divisas en juego. En los despachos oficiales hablan hace tiempo de 9 millones de toneladas y de US$2.800 millones. En el sector dicen que esas cifras corresponden a noviembre del año pasado y que en la actualidad se reducen a la mitad. Imposible saber quién miente: la Oncca, al igual que el Indec, retacea datos estadísticos relevantes. Aun con tantas dudas y presiones cruzadas, también hay certezas. Si el Gobierno avanzara con un decreto de necesidad y urgencia, llevaría el conflicto con el campo a un punto de no retorno. Si intentara, en cambio, la vía legislativa -hay un proyecto del diputado Alberto Rodríguez Cantero para ampliar el poder de la Oncca, que duerme en el Congreso desde mediados del año pasado- se expondría a una derrota legislativa similar a la de la resolución 125 con el actual éxodo de senadores oficialistas en este año electoral. Independientemente del desenlace, el inicial silencio oficial sobre el tema refuerza dos evidencias. > Una, que el manejo de la economía argentina sigue asemejándose a una caja de Pandora, al mejor estilo de Néstor Kirchner. > Otra, que esto significa una señal de debilidad antes que de fortaleza: no hay un balance estratégico entre beneficios de corto plazo y costos de largo plazo; salir del paso es la impronta de la política oficial. Lo demostró la última y forzada reunión con la Comisión de Enlace, donde lo único concreto fue la ratificación oficial de que no se tocarán las retenciones a la soja. Pero la posibilidad de recuperar la producción agropecuaria para el período 2009/2010 también quedó implícitamente fuera de agenda. Los anuncios oficiales sólo transitaron por la periferia. Combinaron medidas cosméticas, estímulos marginales de bajo costo fiscal y promesas de incierta instrumentación. (...)". Enrique Szewach en el bisemanario Perfil: "A estas alturas, aun con los datos del INdEC, está claro que la combinación crisis de confianza interna (con su fuga de capitales asociada)-crisis global está golpeando las costas del Río de la Plata, del lado de acá. Mucho más está golpeando en el interior del país, en donde predomina la economía agropecuaria e industrial, por sobre la de servicios privados. Así como la recuperación de 2003-2004 vino marchando desde el interior a los grandes centros urbanos, la caída del nivel de actividad se expande también desde el campo a las ciudades, desde las fábricas a los comercios y servicios. Los planes de aumento del crédito que el Gobierno intentó poner sobre la mesa, hacia finales del año pasado, como mecanismo anticíclico, han hecho muy poco y ya están siendo “remodelados”, mientras que los anuncios de obras públicas, por razones burocráticas, de gestión, financieras y políticas, todavía no han podido compensar parcialmente, en algunas regiones, el freno que ha sufrido la economía local en los últimos meses. Ante este panorama, la pregunta surge automática: ¿cómo seguimos? La crisis internacional nos pega en forma directa a través de los precios de nuestros exportables y la caída del comercio internacional. Al respecto, las commodities agrícolas están resistiendo mejor, pero claro, allí tenemos menos cantidades, por la sequía y los desincentivos a la producción de estos años, más allá de que los chinos seguirán comiendo carne alimentada a soja. Las commodities industriales, por su parte, cuya producción local se vendía al exterior cuando la recesión interna achicaba el mercado aquí, hoy han caído fuertemente de precio y la demanda global no acompaña. Por este lado, entonces –exportación agrícola e industrial de commodities– hay que esperar una caída, y en el caso de los industriales ello impactará, de manera clara, en el empleo y el ingreso de los asalariados industriales y sus familias. La “industria Mercosur” (automotriz en sentido amplio, maquinaria agrícola, parte de textiles y calzado, parte de agroindustria) dependerá de la recesión brasileña y de la capacidad de administrar el comercio intrazona por parte de las autoridades binacionales. Brasil tiene recursos fiscales y crédito internacional para moderar su propia crisis, pero no creo que le alcance para ser la locomotora latinoamericana que fue en estos años. (...) ¿Puede el Gobierno hacer algo para eludir este escenario? Muy poco. Por el lado fiscal, si insiste con manotazos de ahogado, para hacerse de fondos, como en el caso de las AFJP, por cada peso que gane perderá más en fuga de capitales por incremento de la desconfianza y el conflicto. Por el lado monetario y cambiario, una devaluación fuerte podría ser tentadora, pero impacta sobre el poder de compra de los votantes y sobre la salud del sistema financiero en pesos. Lamentablemente, entonces, con poco margen de maniobra y con el mundo de contrapeso, lo que cabe esperar, en el mejor de los casos, es una recesión moderada, si el Gobierno, insisto, no intenta, en camino de salvarse electoralmente, alguna de las locuras a las que nos tiene acostumbrados".



